viernes, 5 de junio de 2015

Genocidio y limpieza étnica

La limpieza étnica más que referirse a los varios modos de desplazar de un territorio a seres humanos de otro grupo étnico, se refiere al propósito de lograr una homogeneidad étnica en dicho territorio. Es decir, al destierro forzado, a la emigración forzada o cualquier medio de adoctrinamiento o inmersión lingüística única y forzada, o políticas de contratación que fuercen la fuga de cerebros que no hablen una lengua, las batallas de la unidad cultural única.

¿Es un ejemplo de limpieza étnica el obligar a emigrar a más de 2 millones de españoles por parte del PP?, no, no son sólo de una etnia los que se van, ni los que se quedan.

¿Se puede calificar de limpieza étnica la imposición del 100% de horas en catalán en las escuelas valencianas, la obligación de saber catalán para opositar o incluso pedirlo a militares?: sí, el motivo es sobre todo lingüístico. España es el único país del mundo donde sus ciudadanos no pueden estudiar en su lengua materna oficial. Algún Rey hace siglos, y algún dictador lo hizo hace décadas, ahora lo hacen quien se creen "demócratas". El estudiar en una lengua materna oficial es un doble o triple Derecho Humano Universal básico, por no ser discriminado por lengua, por el derecho a decidir de los padres en la educación, y por la igualdad de oportunidades. 

Es por tanto directamente una limpieza étnica cualquier política de normalización lingüística que fuerza a la homogeneización parcial de un grupo étnico (antes de los que hablaban catalán, ahora de los que hablamos español).

Según la RAE, el genocidio es el "exterminio o eliminación sistemática de un grupo social por motivo de raza, etnia, religión, de política o de nacionalidad".

Los genocidios más conocidos fueron de manos de un alemán, que era político socialdemócrata que convenció a la gente para que les votase e inculcó el odio a judíos, homosexuales...

Google añade el matiz de "deliberado"; en Wikipedia va a lo jurídico de Derecho Internacional: "cualquiera de los actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso".

Según mi opinión, los ciudadanos nativos de la Vega Baja del Segura (Alicante, Spain) somos un grupo que fue una nación (Reino de Tudmir) y étnico pues nos une una lengua, una arquitectura, un folclore, tradiciones, gastronomía...

Los programas electorales de PPCV, PSPV, Compromís (BNV o BLOC, IpV o ICV, Verds y Equo) y AC (EUPV y ERC) prometen cosas que directamente están destruyendo y destruirán esa idiosincrasia, velando por la unidad de un pueblo que no existe, con un pensamiento único, con una sola lengua... lo están consiguiendo, yo ya conozco a vegabajenses que no sólo no hablan panocho, sino que tampoco saben bien español, hablan, escriben y piensan en valenciano, cuando aquí no se habló jamás por el pueblo, sí por los religiosos que mandaron desde otras tierras.

¿Se puede decir entonces que todos estos partidos quieren llevarnos al genocidio?: sí; ¿se les puede denunciar por eso?: No, se les puede denunciar al Tribunal Europeo por violar Derechos Humanos como no dejarnos estudiar en nuestra lengua materna dentro de las oficiales, pero no por genocidio pues se les presume que son ignorantes a este respecto, que seguro que el genocidio no tiene el matiz de intencionalidad. De verdad, mucho está escrito sobre eso, y sobre el desconocimiento de la diversidad de los pueblos valencianos, de su pluriculturalidad.

"De fet, quan els valencians —els de llengua catalana— parlem del País Valencià, solem oblidar-nos dels «altres» valencians: les nostres generalitzacions no els tenen en compte. No hi ha en això cap menyspreu conscient. ".

"De hecho, cuando los valencianos (los catalanoparlantes) hablamos de País Valenciano, solemos olvidarnos de los "otros" valencianos: nuestras generalizaciones no los tienen  en cuenta. No existe en esto ningún menosprecio consciente".

I. La dualitat insoluble Aragonesos, castellans, murcians; "Nosaltres, els valencians", Joan Fuster, 1962, Edicions 62.

Y tan ignorantes son por no reconocer la diversidad, que como en el siglo IV se quemaron en una universidad pública valenciana cientos de ejemplares de un libro que parecía mediar en la disputa: "Política lingüística y lenguas minoritarias", de José M. Tortosa, 1982, editorial Tecnos; ISBN 84-309-0934-6; que por fin puede volver a comprarse vía online.

En esa época, por los años 1996-98, recuerdo grabado al fuego (pues me sentí muy ofendido) que la presidenta de Esquerra Unida Joves, una alemana que vino a mi comunidad con 14 años (que creo que ahora puede ser la presidenta de la comunidad, con algunos privilegios de Rey) dijo que "los que no hablábamos catalán, deberíamos darles las gracias por dejarnos vivir aquí (en la comunidad)", ejemplo de fascismo y de creer tener derecho al genocidio de nativos de una inmigrante (esto último es en plan "de fuera vendrán y de tu casa te tirarán"). Desgraciadamente las hemerotecas no llegan a tanto y no he podido poner las palabras textuales, por lo que digamos que presuntamente lo dijo.

Es por ello que los que intentan imponer la ficción de Los Países Catalanes (que nunca existieron), cuando les preguntas por la Gobernación de Orihuela dudan, no saben de qué hablas; pero al nombrar el Reino de Tudmir encima se ríen diciendo que eso es una leyenda. Pues las pruebas dicen que es menos leyenda que Els Països Catalans.



Hoy da miedo salir con una bandera del país por la calle si no quieres ser agredido o que te la quemen, pero no con la insignia de un partido independentista pancatalanista (la estelada), esas son respetadas demostrando que la "democracia" no es para todos igual.

Lo que aún no entiendo es que pinta Equo en este genocidio y limpieza étnica, pues los del BNV e ICV lo llevan en sus manifiestos fundacionales.

Desde 2006 partidos como Ciudadanos (que nacieron entre otras cosas en pro de un bilingüísmo real) y UPyD en 2007 (que nació entre otras cosas contra los privilegios de regionalistas, nacionalistas y contra los asesinos terroristas del País Vasco) nos dan un aliento de esperanza.